domingo, 22 de junio de 2025

1907 INMIGRANTES ABANDONADOS, consignados por la Oficina de Trabajo pero aquí nadie los recibe (ni siquiera el cónsul)

 La Nueva Provincia, 13 de marzo de 1907

INMIGRANTES ABANONADOS

Efectos de la imprevisión oficial

La dirección general de inmigración procede en una forma muy incorrecta con los inmigrantes que envía al interior Esto no es nuevo, pero debe hacerse constar cada vez que producen hechos de la naturaleza que pasamos a ocuparnos, porque bien pudiera suceder que, interviniendo la casualidad el gobierno se preocupe de subsanar los efectos de su imprevisión, por lo menos en lo que se refiere a la inmigración que asimila Bahía Blanca que es donde toman carácter más grave.

Hemos tenido oportunidad de conversar con un grupo de cinco inmigrantes que después de haber perdido tres días buscando trabajo, se presentaron en nuestra redacción manifestando que la Oficina Nacional de Trabajo los había consignado a Bahía Blanca sin darles mayores instrucciones. Que aquí llegaron con escasos recursos, sin conocer a nadie, sin poseer el idioma, sin encontrar quien los recibiera o les indicara siquiera dónde podían conseguir trabajo y sin tener donde alojarse. Había visto al vice cónsul italiano y este no había podido remediar su situación y se encontraban en la más desesperada.

Este hecho, que se viene repitiendo desde hace varios años y que en la época de la cosecha motiva verdaderos perjuicios a la gente que viene en busca de ocupación, prueba la necesidad, tantas veces pregonada por la La nueva Provincia, de una subcomisaría de inmigración en esta ciudad, a la que llegan mensualmente cerca de mil inmigrantes que tropiezan con toda clase de dificultades para poder ubicarse.

El ministerio de agricultura no debe ignorar la importancia de esta zona como emporio de trabajo y la circunstancia especial en que se encuentra Bahía Blanca pues de aquí se reparten los trabajadores para la extensa campaña del sud de la provincia y de la Pampa Central y el deber de buen gobierno indica que se debe facilitar el acceso y la distribución de esos brazos, tanto de los trabajadores como de los que necesitan de ellos.

El senado sancionó la creación de una oficina de inmigración en esta ciudad pero desgraciadamente cayó en la poda que se hizo del presupuesto y con menoscabo de los intereses de esos trabajadores se hizo una ridícula economía.

El error debe ser subsanado con tiempo y al ministerio de agricultura corresponde dar la fórmula que no puede ser otra que la instalación en Bahía Blanca de una oficina de inmigración que atienda los pedidos de toda la región, reciba, dé alojamiento y reparta convenientemente los inmigrantes.

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