sábado, 29 de marzo de 2025

1967 HISTORIA DEL EDIFICIO DEL HOTEL DE INMIGRANTES - CUARTEL



 Dado que en 1967 hubo un (fallido) intento de reactivar la inmigración extranjera por parte del CIME, publicaron en el diario esta reseña, de la cual extractamos algunas notas que pueden resultar útiles:



"Juarez Celman asume la presidencia. Una ley de Roca, promulgada el 29 de octubre de 1883, autoriza al P.E. a invertir mil pesos en la construcción de un asilo que provisoriamente aloje a los extranjeros que sin hogar y sin destino inmediato, arriban a nuestros puertos.

Juarez Celman propone una modificación. Entiende que es "un inconveniente centralizar dicha inmigración en la capital" (El Argentino del 8-8-1887) y remite un proyecto a la cámara para construir en diversas localidades del país varios establecimientos similares según las necesidades zonales. Aprobado el proyecto, la legislatura autoriza la construcción de 5 establecimientos de primera clase y 8 de segunda - para alojar hasta 200 personas - en otras tantas ciudades. (...) uno de estos en BAhía Blanca.

En marzo de 1889 comenzó la construcción del edificio (...). Tres amplias salas para capacidad de 100, 53 y 47 camas respectivamente formaban el cuerpo principal Pero en 1896 el conflicto con Chile se agudizó. Y el Ministerio de Agricultura temporariamente cedió las flamantes instalaciones, aún sin estrenar, al similar de Guerra y Marina. Inmediatamente fue ocupado por un batallón de Infantería de Marina de 600 plazas al mando del coronel Grijera.

En el año 1890 había finalizado la obra. (...) Un año mas tarde el ciclón que azotó la ciudad arrancó todos sus techos. La reparación insumió una partida de 15 mil pesos.

Los infantes encontraron estrecho el local. Y "manu militari" comenzó su ampliación. Pero los vientos borrascosos aumentaron su intensidad y en las postrimerías de 1898 fue reemplazado el cuerpo de marinos por el Regimiento 2 de Infantería. Su permanencia en el edificio se dilató hasta el 4 de febrero de 1905 en que sublevado contra el gobierno participó de la revolución, interviniendo activamente en el episodio de Pirovano. Disuelto por decreto del Dr. Quintana, a la sazón titular del POder ejecutivo, su lugar fue ocupado por el Regimiento 8 de la misma arma.

Ya parecía sellado el destino militar del edificio cuando el Ministerio de Agrcutlura reclaó su devolución. (...) Recién en 1910 el ministro de Guerra ordenó el traslado de la guarnición a Buenos Aires.

El único ensayo

El primer transporte de inmigrantes lo realizó el vapor SAntos que llegó a Ing. White el 26 de febrero de 1911 procedente de puertos españoles. Un tren especial formado sobre el muelle los condujo a nuestra ciudad tras ser recibidos por el Dr. Juan Carlos Durán, secretario de la Dirección Nacional de Inmigraciones. ( todos los llegados rechazaron la sugerencia de radicarse en la zona, se fueron de la ciudad)

En el mes de julio siguiente llegó otra nave, "Santa FE" con otro grupo. Las razones esgrimidas fueron las ismas. Los responsables comprendieron que habían equivocado el camino. No bastaba con tener un alojamiento provisorio sino que era necesario fijarles de antemano un destino y una ocupación de acuerdo a las aptitudes individuales."

[el de Villa Rosas, Ricardo Rosas también fracasa]




lunes, 24 de marzo de 2025

HISTORIA DE LAS INUNDACIONES EN BAHA BLANCA II (La Nueva Provincia, 25 de diciembre de 1944)

 



La Nueva Provincia, 25 de diciembre de |1944

Del informe presentado por el ingeniero Elías GOLIGORSKY en la revista La Ingeniería, n° 778, agosto de 1939.

En cuanto a las inundaciones sufridas por Bahía Blanca fueron las siguientes:

26 de marzo de 1883. La crecida del arroyo Napostá se debió a fuertes precipitaciones en su cuenca serrana, que se hacen ascender a 210 mm. Como la lluvia en la cuenca inferior fue escasa la crecida sorprendió a los pobladores. La inundación fue de extrema gravedad y su saldo fueron dos muertos e importantes pérdidas en haciendas, mercaderías y derrumbe de edificios.

La población de Bahía Blanca era entonces de 4000 habitantes.

La crecida destruyó una parte de los terraplenes del Ferrocarril Sud en construcción, línea Lamadrid a Bahía Blanca, demorando su inauguración hasta el 26 de abril del mismo año.

El 21 de marzo de 1904. Fue otra inundación importante producida por lluvias en las cuencas media e inferior del arroyo.

Otras inundaciones que no alcanzaron tal duración e intensidad se produjeron en septiembre de 1911, febrero de 1912 y abril de 1914.

La del 23 de febrero de 1915 se manifestó también en forma intensa en los arroyos Sauce Grande y Sauce Chico ocasionando en el primero serios perjuicios a las instalaciones de provisión de agua a Bahía Blanca.

Abril y julio de 1919 fueron dos mese de intensas lluvias generales en la zona de Bahía blanca que mantuvieron en zozobra a los pobladores de los valles de sus cursos de agua ocasionándoles graves daños materiales.

31 de agosto d 19 de septiembre de 1923 Fue una de las inundaciones mayores que soportó la ciudad de Bahía Blanca por lluvias generales en toda su cuenca. Sus perjuicios se agravaron por la fuerte marejada en la bahía y las bajas temperaturas.

En febrero de 1925 hubo otra inundación ocasionada por intensas lluvias locales, produciéndose después las del 18 de marzo y 10 de abril de 1933, la primera originada por lluvias intensas en la cuenca media e inferior del arroyo y la segunda en la cuenca superior, cuyos graves perjuicios puede decirse que promovieron el estudio hidráulico de la zona de Bahía Blanca.

Resumiendo, resulta que a partir del año 1884 Bahía Blanca soportó cuatro inundaciones importantes originadas en fuertes lluvias en Sierra de la Ventana: la de marzo de 1884, abril de 1919, septiembre de 1923 y abril de 1933; y cuatro originadas en fuertes lluvias en las cuencas media e inferior del arroyo: marzo de 1904, febrero de 1915, julio de 1919 y marzo de 1933. Las demás fueron de menor importancia o se debieron a lluvias locales sobre las lomas que circundan la ciudad y no tienen relación con los desbordes del arroyo

HISTORIA DE LAS INUNDACIONES EN BAHIA BLANCA I (La Nueva Provincia, 9 de abril de 1944)

 INUNDACIONES QUE SOPORTO BAHIA BLANCA

La Nueva Provinca, 9 de abril de 1944:



“Cuando el Napostá crece, hincha el lomo, discurre con turbulencia, significa un inminente riesgo de desbordamiento. Y esto ocurre desde hace más de sesenta años atrás. (…) nos vamos a referir a las grandes crecidas de un arroyo que, en la mayor parte de año arrastra, cansino, una serena lengua de agua.

La gran inundación del año 1883 (septiembre)

El primer gran desbordamiento del Napostá Grande que se recuerda se produjo en el año 1833. Bahía Blanca era, por ese entonces, un centro acuciado por un fuerte espíritu de progreso. En ese entonces -el mes de septiembre – se estaba dando término a los trabajos de construcción del primer ferrocarril a Bahía Blanca, el cual habría de representar inmediatamente un vigoroso factor de incrementación del progreso material de la ciudad y de la región que daba ya, generosamente su fruto cereal. Después de una gran lluvia el Napostá empezó a crecer con gran fuerza. No se adoptaron, entonces, por lo menos con previsión, ninguna medida, pues no se creía en ninguna catástrofe. Por lo demás, habrían sido inútiles, dada la violencia con que, en un momento dado empezó a desplazarse la masa de agua. Sus consecuencias en pocas horas fueron la destrucción de ciertos tramos de vía aún no consolidados, de varios terraplenes y el arrasamiento de las viviendas de los peones ferroviarios. El Ferrocarril del Sud se vio obligado a realizar muchas reparaciones que implicaron la postergación hasta el año siguiente de 1884 del acto de habilitación del primer ferrocarril terminal a Bahía Blanca. Al año siguiente volvió a repetirse en los días 23 y 24 de marzo, la inundación, pero sin revestir la importancia de la de 1O

En esa ocasión hubo mucha mortandad de aves y debieron habilitarse diversos locales céntricos para albergar momentáneamente a familias cuyas viviendas de modesta construcción habían sido anegadas.

 Otros desbordes en 1911, 1915, 1923, 1925 y 1933

En los ultimos años del siglo pasado y principios del presente, volvieron aproducirse inundaciones. Carecieron sin embargo de importancia consideradas desde el punto de vistta de sus consecuencias concretas. En algunas circunstancias los pobladores vivieron horas de profunda inquietud produciéndose la evacuacion de no pocsas casas de las establecidas en las zonas más bajas e inmediatas al Napostá.

Después de 1883, la inundación más importante ocurrió en el mes de septiembre de 1911. En esa ocasión hubo mucha mortandad de aves y debieron habilitarse diversos locales céntricos para albergar momentáneamente a familias cuyas viviendas de modesta construcción habían sido anegadas.

En 1915, durante los meses de febrero y septiembre, el Napostá Grande volvió a salir de su cauce. El agua corrió con ímpetu e inundó extensas zonas. No hubo que lamentar desgracias personales pero como en las ocasiones anteriores los daños fueron de cierta importancia para las familias humildes establecidas en los parajes ribereños.

En septiembre de 1923 volvió a desbordar aquel curso como consecuencia de una precipitación pluvial. Dos años después, en el mes de marzo de 1925 hubo una reedición del fenómeno de proporciones inquietantes. En 1933, el último año de una gran inundación, el Napostá Grande afectó a todos los barrios obreros y una importante zona del sur de la provincia. Posteriormente hubo otros desbordes pero sin que alcanzaran mayor. importancia.

Características de la inundación de 1933

Los desbordes del Napostá producidos en 1933 - el primero en el mes de marzo y los segundo de menor importancia al promediar el mes de abril de ese mismo año - serán recordados siempre por los vecinos de las villas obreras ribereñas. Los daños materiales fueron muy importantes y hubo víctimas personales. 

Marzo de 1933

La inundación tomó casi de sorpresa a los habitantes de esas zonas [villas obreras ribereñas]. Había llovido con regular intensidad en la noche y en la madrugada del 18 de marzo comenzó a crecer el Napostá Grande. Cuando algunos vecinos se percataron de la situación, tenían el agua en las propias habitaciones. Cundió inmediatamente la alarma. (…) si la precipitación que abarcó solamente la zona más inmediata a Bahía Blanca -de Napostá y Vitícola a esta parte – hubiera caído también con intensidad sobre las sierras, “la inundación hubiese asumido caracteres catastróficos”.

En 1933, más de 400 familias damnificadas

Más de 400 familias damnificadas. La inundación duró varios días. En el proyecto de ley presentado dos años después por el entonces diputado Carlos Cisneros para la construcción de obras de embalse y defensa del Napostá Grande se expresaba entre otras razones de fundamento del proyecto lo siguiente: “la inundación anegó en la parte céntrica de la ciudad las avenidas Alem, 12 de octubre y las calles Corrientes, Buenos Aires, Alsina, Las Heras y todas las que circundan la estación del F. C Sud. Asimismo, se inundó el Parque de Mayo y los barrios de Tiro Federal, Villa Mitre y Villa Obrera y el pueblo de Ing. White. Destruyó además tres puentes, las vías del ferrocarril en tres puntos distintos y numerosas viviendas en los barrios obreros. El número de personas ahogadas tuvo su importancia, como así mismo fue crecido el número de animales principalmente domésticos que murieron ahogados.(...)


domingo, 23 de marzo de 2025

1948: OTRO ZARPAZO DEL NAPOSTÁ


 


El Atlántico, 15 de mayo de 1948

"Como se preveía la noche encontró a la proletaria Villa Mitre en la terrible tensión de esperar de un momento a otro el desenlace fatal. Golpes sucesivos de agua aumentaban el caudal del arroyo pese a que la bonanza del tiempo en la ciudad contrarrestaba en algo la VORACIDAD del Napostá. Empero, sabiendo que continuaba la lluvia en la zona de las sierras era fácil deducir que la barriada no tardaría en quedar totalmente cubierta por el líquido elemento."

(y sigue contando con todo lujo de detalles maniobras de salvataje, carros y caballos, bomberos y policías. A las 21 comienza la creciente, a las 24 se produce la avalancha)


1946: EL ARROYO NAPOSTA SIGUE INQUIETANDO (31 de julio y 1 de agosto; y 16 de noviembre) de noviembre)

 

En la Revista Ferrocarril Sud y Oeste de octubre:
"Las intensas precipitaciones registradas entre el 31 de julio y los dos primeros días del mes de agosto  -130 milímetros en total - han vuelto a provocar inundaciones parciales en los barrios suburbanos de Bahía Blanca y en las vecinas localidades de Ing. White y Punta Alta.
Estas dos últimas poblaciones sintieron especialmente los efectos perjudiciales de las aguas desbordadas del Napostá, acumuladas a raíz de las lluvias, actualizándose así problemas que exigen la inmediata intervención de las autoridades respectivas."
"



En noviembre de 1946



1945 OTRA INUNDACION CASTIGO A BAHIA BLANCA (5 al 8 de febrero)


La calle Corrientes, inundada

"Frescos aún los lamentables recuerdos de la inundaicón producida en el mes de abril de 1944 en Bahía Blanca y las Sierras, otra nueva inundación y de mayores proporciones en cuanto a los daños materiales se refiere se ha producido con motivo de las copiosas lluvias que se iniciaron en la zona el domingo 4 de febrero, acompañadas de un furioso temporal que duró 3 días consecutivos.

El elevado milimetraje de la precipitación pluvial ha provocado la crecida y el desborde del Arroyo Napostá que nuevamente ha causado serios daños y perjuicios en los barrios suburbanos de la ciudad así como en las vías ferroviarias que han sufrido las consecuencias de la avalancha de agua, cortándose en varios puntos con la consiguiente paralización de los trenes por espacio de varios días consecutivos.

(...)

La reproducción periódica de estos lamentables sucesos climáticos mantienen abierto el interrogante que en la ocasión anterioro formuláramos: ¿se embalsará el Arroyo Napostá?


                                        




Villa Mitre, inundada


Casa derrumbada en Villa Mitre





Los vecinos de Ing- White debieron hacer uso de canoas

1944, 8 y 9 de abril

Las aguas del Napostá desbordado cubrieron zonas vecinales


La inundación se inició en horas de la mañana de ayer...

Barrios inundados y una extensa zona rural cubierta por el agua...




La Nueva Provincia, 9 de abril de 1944


La creciente en el Parque


En la Revista Ferrocarril Sud y Oeste, mayo de 1944

                                     









1933 IMAGENES DE LA INUNDACION (febrero y marzo)

 

                                         Vista aérea del Parque de Mayo inundado (1933)








1933: IMAGENES DE LA INUNDACION (BOLETIN MUNICIPAL)



Aspecto que ofrecen las aguas del arroyo Napostá en el puente del Ferrocarril Sud en la calle Belgrano (Boletin Municipal, febrero de 1933)


Aspecto de las casas de Villa Mitre que circundan el arroyo Napostá (Boletín Municipal, febrero de 1933). Tomada desde el Molino América, calle Brown, al fondo se ve el edificio de la Estación Rosario Puerto Belgrano RPB.
 


La eficaz cooperación de la aviación civil bahiense en la inundación. El avión Fleet del Aero Club Bahía Blanca, piloteado por el aviador Víctor Hernández al pasar por Villa Mitre. (Boletín Municipal, febrero de 1933)



Daños causados por la inundación en el dique de contención del Parque de Mayo



Daños causados por la inundación en el puente de calle Río Colorado [Maldonado] 



17 de marzo de 1933


 La Nueva Provincia, 18 de marzo de 1933

EL NAPOSTA SE DESBORDO EN LA MADRUGADA

Esta madrugada la situación se tornaba delicada. En efecto, telefónicamente los vecinos de La Falda, de las calles Caronti, 11 de abril todas cercanas al arroyo Napostá nos inquirían con voz en que trasuntaba inquietud quién o quiénes podrían prestarles auxilio pues el Napostá había comenzado a salir de su cauce en forma que ya inundaba las viviendas. El agua turbia denotaba venir de lejos y amenazaba seriamente a los pobladores.

Otros nos informaban que los vecinos afectados disparaban tiros al aire en demanda de socorro, especialmente en la zona del Parque de Mayo, avisos que de inmediato comunicamos a la policía y al cuarte de bomberos. De otros puntos también pedían auxilio a la misma seccional.

El caudal de aguas del Napostá continuaba avasallando en su desborde y fue así que como a las dos de la madrugada se nos comunicaba que las aguas pasaban ya la Avenida Alem y en las calles céntricas de nuestra ciudad tales como las de Zelarrayán, Buenos Aires y Alsina el liquido elemento avanzaba como nunca habíase visto.

Desde La Falda uno de nuestros reportes nos comunicaba que a la misma hora el agua había subido más de un metro y que tres familias que habitaban en las márgenes del Napostá habían sido recogidas por sus familiares, pues las viviendas de las mismas estaban inundadas. Los caballos, nos agregaba, trabajan con extrema dificultad pues el agua les llega ya a la barriga. Solicitaron nos dijo, los servicios del cuerpo de bomberos pero todos estos abnegados servidores públicos se encontraban en el Parque prestando sus servicios.

LAS CALLES DE LA CIUDAD

A las 2 y 5 de la madrugada un vecino de la calle Lamadrid nos comunicó alarmado que en su zaguán tenía ya cincuenta centímetros de agua y que esta continuaba aumentando. En la calle había más setenta centímetros y continuaba subiendo.

De la calle Las Heras cerca del cruce con Dorrego se nos informó por su dueño que en su negocio estaba inundado teniendo el agua una altura de 50 centímetros.

En la calle Buenos Aires, en la cuadra del doscientos el agua alcanzaba cerca de sesenta centímetros. En las calles San Martín y Belgrano el agua había alcanzado a los cincuenta centímetros. En la calle Chiclana desde el cuatrocientos en adelante hasta el 900 semejaba un río de corriente impetuosa que impedía que los automóviles pudieran transitar, lo que creaba a los vecinos una situación inquietante.

GESTO HUMANITARIO

Esta madrugada llegaron  hasta nuestra redacción varios y animosos jóvenes dispuestos a prestar sus servicio para acudir en ayuda de los damnificados. Nos preguntaron al efecto quién o quienes podrían facilitar vehículos para poder llevar a cabo sus propósitos. Nos acordamos del regimiento 5 de infantería y puestos al habla con el oficial de guardia telefónicamente, se nos respondió que todos los carros y camiones estaban ocupadísimos unos en Aldea Romana, donde la inundación cobraba aspectos dramáticos y otros en las inmediaciones del Parque de Mayo en donde el agua había alcanzado una altura y fuerza de correntada alarmante. 

EN VILLA MITRE

Pero donde parece que la situación cobraba caracteres más graves eran en Villa Mitre. El Napostá seguía creciendo e inundando calles y viviendas. Muchas familias llegaban hasta la subcomisaría en busca de refugio y otras eran alojadas allí después de haberlas sacado de sus casas que estaban inundadas por el agua. 

A las 3 de la madrugada en el salón de la Fotografía Braschi, el agua alcanzaba una altura de un metro.

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INUNDACIONES DETERMINADAS POR LA GRAN LLUVIA

Una lluvia intensa, como desde hacía mucho tiempo no se registraba cayó ayer sobre la ciudad. Precedida de una baja temperatura que había tornado en las primeras horas de la tarde sofocante la atmósfera, la precipitación pluvial dada la fuerza con que se inició y continuó hasta esta madrugada determinó en un tiempo relativamente breve la inundación de casi todas las calles. A las 19.30, o sea dos horas y media después de iniciarse la lluvia alcanzó su máxima intensidad. Impulsada por el fuerte viento reinante el agua se arremolinaba en las calles pesadamente ofreciendo un espectáculo imponente. Como consecuencia de ello, casi todas las calles quedaron completamente anegadas a las veinte horas resultando el transito de los vehículos, particularmente el de los autos, sumamente accidentado. Numerosos coches de tracción mecánica quedaron bruscamente detenidos en s u marcha en virtud del agua que había paralizado sus motores. Los tranvías, como ocurre frecuentemente cuando se registra una precipitación fluvial mas o menos abundante interrumpieron sus servicios una hora después de iniciada la lluvia no reanudándolo en toda la noche.

Una recorrida

Efectuamos una rápida recorrida.

La mayoría de las  calles habían quedado en estado intransitable a extremos tales que en las calles Rondeau y Moreno era difícil en tránsito. Los vehículos que se aventuraban corrían el riesgo de quedar allí empantanados. En Rondeau y Viamonte un ómnibus de la línea dos hubo de quedar en medio de la calzada y en Rondeau y Terrada un camión sufrió las mismas consecuencias.

En la calle Chiclana entre las de Villarino y Undiano, el agua arrastró el pavimento de madera dejando la cuadra en pésimas condiciones El agua por otra parte había inundado esa arteria en forma que al llegar al paredón del Ferrocarril Sud semejaba un río.

Las calles Lavalle, Gral Cerri y Soler, Mitre, Blandengues, Almafuerte y Colón quedaron en pocos instantes convertidas en verdaderos arroyos que imposibilitaban el tránsito de los vehículos. 

En la Avenida Pringles a la salida del puente sobre el arroyo, el agua de la loma había caído con tal fuerza que desmoronó una gran parte del adoquinado dejando eso convertido en un verdadero peligro pues de llevó los cordones de granito y gran parte de la arteria mencionada.

En cuanto al arroyo está aumentando su cauce en forma alarmante. Este, que generalmente lleva una insignificancia de agua, semejaba en esta oportunidad un río en miniatura en donde advertíase la fuerte corriente y el aumento considerable pues habíase extendido por los terrenos adyacentes.



Los rieles de la via a Huinca Renancó cuyo terraplén fue socavado por las aguas [del Maldonado] en la calle Río Colorado (LNP, 19 de marzo de 1933)




Los juegos infantiles en el Parque de Mayo que han sido barridos por la formidable correntada (LNP, 19 de marzo de 1933)


"El arroyo Maldonado que recibió el excedente de las aguas del Napostá y que se vio convertido no en la masa corriente habitual sino en un torrente impetuoso como puede facilmente establecerse en esta nota gráfica" (LNP, 19 de marzo de 1933)

LA INUNDACION DE 1933, según Arthur Coleman

 INUNDACIONES PROVOCADAS POR EL DESBORDE DEL NAPOSTA GRANDE

COLEMAN, Arturo, Mi vida como ferroviario inglés en la Argentina, Bahía Blanca, 1951, pp. 451-453



"Desde que llegué a Bahía Blanca y por un período de cincuenta años, constituyó un serio problema el arroyo Napostá Grande y también aunque en menor escala, el arroyo Sauce Chico.

Cada vez que llovía copiosamente en las sierras de la Ventana, se engrosaba el caudal del arroyo Napostá Grande y si la lluvia era intensa las aguas desbordaban cubriendo las extensiones cercanas al curso del arroyo. Mientras la edificación se mantuvo alejada de las orillas del arroyo los daños que causaba eran de reducida importancia, limitándose a perjudicar las huertas de los alrededores, pero cuando la población se extendió edificándose casi en la orilla misma, el asunto de los desbordes y las inundaciones fue tomando un cariz cada vez más grave y perjudicial.

Me sería imposible recordar cuántas veces tuve que acudir, con los elementos del Ferro Carril Sud, a ayudar al salvataje de los pobladores en peligro y las suscripciones y colectas que se realizaron en beneficio de las víctimas de las inundaciones a quienes el agua llevaba sus modestos enseres, derribando sus endebles construcciones de madera o adobe. Al escribir estas líneas se pretende enfrentar de una vez por todas el difícil problema de regularizar o encauzar el caudal del arroyo Napostá Grande profundizando su lecho o desviando parte de sus aguas en las grandes avenidas y ojalá se logre llegar a un feliz resultado que yo no he podido ver en medio siglo de constantes estudios y trazado de proyectos. No ocurría inundación que no llevara aparejada la llegada de técnicos y los consiguientes planos para evitarlas en lo sucesivo, pero aquietado el clamor de la ciudad por las pérdida experimentadas, renacía la calma y todo quedaba en el olvido.

Posiblemente la más terrible inundación que yo haya presenciado fue la ocurrida el 17 de marzo de 1933 en que desempeñaba las funciones de intendente municipal don Agustín de Arrieta. Las pérdidas fueron enormes y como no existía ningún preparativo para acudir en ayuda de las personas qeu de un momento para otro quedaron aisladas completamente rodeadas por la furiosa creciente, se tuvieron que realizar verdaderos sacrificios para ir en su auxilio, utilizándose los elementos que estaban disponibles con toda urgencia, pertenecientes al cuerpo de Bomberos, Base Naval, Subprefectura Marítima, Ferrocarril Sud, Intendencia Municipal, etc.

El coronel Bortagaray, jefe del Regimiento 5 de infantería, al frente de sus oficiales y de numerosa tropa, pudieron salvar a muchas personas en inminente peligro de ser arrastradas por las aguas y cosa idéntica hizo la policía retirando de las zonas inundadas a los pobladores lográndose que el saldo de muertes fuera solo de un adulto y una criatura.

Si bien afortunadamente la pérdida de vidas humanas se redujo a las dos citadas, en cambio la destrucción fue inmensa perdiendo muchos vecinos cuanto tenían en sus humildes hogares. Para socorrerlos, en la medida de lo posible, se organizo una comisión de auxilios presidida por el intendente don Agustín de Arrieta, actuando yo como vice presidente, y compuesta además por los señores Ramón Olaciregui, Enrique Julio, Julio Simón, Coronel Juan A Bortagaray, Camilo Bertorini, Carlos Vitalini, José María Pérez Bustos, Agustín Hunter y Cirilo Pérez.

El comercio contribuyó generosamente con sus aportes. Ropas y comestibles fueron clasificados y empaquetados para entregarse a los más directamente necesitados. La colecta iniciada entre diez contribuyentes sumó 14.000 pesos y los restantes hasta 33.365,40 pesos , o sean pesos 19.365 con 40 se recolectaron entre 3.622 contribuyentes, demostrando la solidaridad del vecindario bahiense. Según el censo levantado por la comisión de auxilios, la inundación afectó a 569 familias, compuestas por un total de 2361 personas, resultando 110 edificios dañados y 84 cultivos destruidos por completo.

Las zonas más perjudicadas por las aguas fueron naturalmente las partes bajas de la ciudad y próximas al arroyo: Villa Mitre, Tiro Federal, Villa Obrera, Parque de Mayo, La Floresta, Aldea Romana, Barrio del Pacífico, y Barrio Río Colorado. En ciertas partes, la altura del agua alcanzó a un metro y medio en el interior de las habitaciones.

La ruina fue enorme, desapareciendo casas enteras y otras quedando semi derruidas. Las quintas fueron arrasadas y los cultivos arrastrados al maro por la correntadas. Numerosos animales perecieron ahogados. Muebles e implementos domésticos, flotaban sobre las aguas perdiéndose en el Océano o estrellándose contra los alambrados que pudieron resistir el empuje de la avenida. No fue posible restituir a los pobladores por insuficiencia de recursos los muebles perdidos y la comisión procedió como primera medida a repartir colchones, frazadas y ropa de cama a los damnificados.

Pocos días más tarde, aún no repuesta la población del daño sufrido, nuevas lluvias provocaron el desborde del Sauce Chico en Cuatreros hoy General Daniel Cerri, el 9 de abril lo que empeoró la situación y obligó a la comisión a repartir sus recursos con las nuevas víctimas.

Desde el año 1933 se han experimentado periódicas inundaciones provocadas por el arroyo Napostá Grande aunque sus consecuencias no llegaron a asumir la magnitud de aquella. Es de esperar, para el bien de la ciudad de Bahía Blanca, que el problema de los desbordes será encarado definitivamente y más que encarado, resuelto. Cincuenta años de paciencia han de tener, seguramente su recompensa."


1923 septiembre LA CRECIENTE DEL NAPOSTÁ PRODUCE SERIOS PERJUICIOS

                                        


El Atlántico
, 2 de septiembre de 1923

La creciente del Napostá produce serios perjuicios.

Hoy se reúne el Concejo Deliberante para adoptar providencias

Los bomberos, policía, subprefectura y muchos particulares auxilian a las numerosas víctimas

Una vez más gran parte de la poblacion de Bahía Blanca especialmente la que se agrupa en los barrios suburbanos y las villas sufre las consecuencias de la inundación. Una vez más tambíen el jefe de la comuna acude con urgencia al Concejo Deliberante reclamando fondos de positiva importancia, con los que atender, de inmediato a reparar los desperfectos que la inundacion ocasionara como los ocasionó otras dos veces en el transcurso de la última década.


1915 LAS GRANDES LLUVIAS DE FEBRERO: la solución apertura del Maldonado

 



                                           


LAS LLUVIAS DEL DOMINGO

Las lluvias del domingo que abarcaron una gran zona en todo el sur de la provincia, han causado considerables perjuicios en los sembrados, vías férreas y caminos por la forma violenta en que se produjeron.

En ciertas partes ha sido tal el ímpetu de las lluvias que en pocas horas se formaron verdaderas avalanchas inundando todos los parajes bajos.

En nuestra ciudad, como anunciamos ayer, no obstante la abundancia de las lluvias no se han producido inundaciones de mayor significación

Las calles más cercanas al arroyo quedaron cubiertas de agua, teniendo en algunos puntos, particularmente al llegar a la estación, mas de medio metro de altura, pero a pocas horas de cesar la lluvia quedaron totalmente despejadas.

En el Parque de Mayo

Los anuncios de que el arroyo Napostá crecía enormemente se propagaron con rapidez dando lugar a un ir y venir de coches y automóviles al Parque de Mayo, pues la preocupación de todo el vecindario era la suerte del espléndido paseo.

A las 7 p.m. más de 500 personas habían afluido al parque deleitándose en admirar la furia con que golpeaba las turbias aguas del Napostá sobre el recado que forma el arroyo al cruzar el puente del F. C. Sud frente mismo al parque.

Las aguas sin embargo no subieron tanto como cuando la gran creciente del año pasado que arrasó parte del magnífico paseo.

Debido a esta causal y al hecho de haberse dado consistencia de muro de granito al tajamar que cortaba la corriente en el punto donde el arroyo presiona para formar el Maldonado las aguas no pudieron vencer la resistencia quedando a salvo el parque de la invasión de las aguas.

La construcción del murallón de granito sin embargo, puede llegar a ser un peligro para una parte de la ciudad, porque esa avalancha de agua que se vio obligada a cambiar de rumbo, siguiendo el cauce del Napostá tiene que desbordarse e invadir las calles Independencia, Alem, Dorrego, Lamadrid, Soler, etc.

Con una creciente mayor habríamos notado ese efecto.

La solución del problema está fatalmente en la apertura del cauce del antiguo Maldonado ya sea por el medio del mismo del parque, que es el natural, o bien por su costado.

1914 El Hotel de Inmigrantes, bajo el agua

 


1914 abril: BAHIA BLANCA INUNDADA

 

BAHIA BLANCA INUNDADA

(texto e imágenes tomados de una publicación no identificada, en la que sí consta la fecha: abril de 1914)

"El arroyo Napostá que normalmente equivale a un insignificante hilito de agua serrana, salió de madre recientemente, e inundó la Liverpool argentina. Semejante visita produjo perjuicios a la propiedad privada y al entarugado del pavimento de madera y suspendió la circulación de tranvías eléctricos."







También en la revista Caras y Caretas del 2 de mayo de 1914 Bahía Blanca fue noticia: