lunes, 30 de junio de 2025
Bahia Blanca, 1900-1920
viernes, 27 de junio de 2025
1911 La experiencia de inmigración directa en Bahia Blanca y el Hotel de Inmigrantes
He aquí una serie de artículos y recortes sobre estas dos cuestiones: la inmigración directa y el funcionamiento del Hotel de Inmigrantes, ordenados cronológicamente.
Revista ECOS, enero de 1911
Cómo se prepara el Hotel de Inmigrantes para la inminente llegada del primer contingente
Revista Comercial, 28 de enero de 1911:
"La inmigración directa
Estando próximo el día en que llegue a Bahia Blanca el primer vapor transoceánico trayendo inmigrantes directamente, hemos creído interesante darnos una vuelta por el ex-cuartel del regimiento de infantería que después de varios años de ser utilizado para la tropa, va inopinadamente a volver a convertirse en su verdadera esencia, ya que fue construido para hotel de inmigrantes hará cosa de unos veinte años.
Para aquellos de nuestros lectores que no conocen el edificio por dentro diremos que es inmenso, apto para albergar a todos los inmigrantes que puedan venir a nuestros puertos en varios años. El cuartel comprende tres extensísimos dormitorios, capaces cada uno de trescientas camas lo menos, sin contar con otros más pequeños que pueden ser destinados para mujeres. Dos comedores, igualmente amplios, numerosos departamentos a propósito para almacenes de equipajes, amen de varias piezas amplias y bien ventiladas, indicadas para el servicio y administración del hotel. La cocina cuenta con una económica de buena marca.
Hemos visto con suma extrañeza que a pesar de los pocos días que faltan para la llegada de la primer remesa de inmigrantes, no se han recibido todavía las camas que debe enviar de Buenos Aires la Dirección General de Inmigración. Creíamos en verdad encontrarlo todo liso o poco menos y lo único que esta en disposición de recibir a los huéspedes son los comedores cuyas mesas y bancos han sido construidos en estos días en el mismo local por algunos carpinteros. Nos extraña verdaderamente este retraso que, de prolongarse algunos días, expondrá a los inmigrantes a encontrarse sin camas. El hotel necesitará para su debido funcionamiento ser privado de numerosos tabiques de madera y cielo rasos de arpillera que, en otros tiempos han podido ser considerados como lujosos pero que hoy día la ciencia los declara criaderos de microbios y excelente caldo de cultivo para muchos gérmenes nocivos. Aparte de esto y algunas reformas en las letrinas para la debida separación de ambos sexos, el local es perfectamente adaptable al uso de la inmigración. Los baños, aunque primitivos, son numerosos y deberán funcionar continuamente para entretener a los pasajeros en el mejor estado posible.
En nuestra visita no hemos podido informarnos de las medidas que haya tomado el Departamento de Inmigración para la internación de los inmigrantes ni si se dispone del material y personal suficiente para el buen funcionamiento de la casa. Es de suponer que todo estará listo, pero dada la proximidad de la fecha de llegada, nos hubiera gustado encontrar las cosas más adelantadas. En realidad, de no estar enterados de la venida de los inmigrantes, nadie podía suponer al visitar el hotel que dentro de una semana va a estar habitado por cientos de personas."
Comisión de inmigración (diario Bahía Blanca, 15 de febrero de 1911)
"Ayer de tarde se reunieron en el Hotel de Inmigrantes de esta ciudad los miembros que constituyen la comisión de inmigración, compuesta de los señores W. B. Harding Green, doctor Valentín Vergara, Jorge Moore, Arturo H. Coleman, Horacio Guido y German da Ponte Riveiro. Se designó presidente al señor Guido y secretario a don Antonio Infante. El 23 del corriente con motivo de la inauguración del hotel con la recepción de la primera remesa de inmigrantes que trae el vapor "Santos" tendrá lugar una sencilla fiesta en el establecimiento dando con tal motivo una conferencia el secretario general del Departamento de Inmigración, señor Durán. El edificio se encuentra ya convenientemente arreglado al efecto habiéndose habilitado el departamento de baños, comedor, dormitorios. etc.
La comisión de inmigración hace saber al publico, a los obreros, agricultores e industriales que para pedido de personal pueden dirigirse a la oficina de Trabajo en el mismo Hotel de Inmigrantes."
EL HOTEL DE INMIGRANTES, Una visita al local. Las comodidades. (diario Bahia Blanca, 21 de febrero de 1911)
"Realizamos ayer una visita al local del Hotel de inmigrantes, cuyo personal dedica en este momento toda su actividad al conveniente arreglo de las instalaciones que darán comodidades a sus futuros huéspedes. En verdad que la comisión dirigente del Establecimiento como así mismo sus empleados han debido realizar una labor muy apreciable para alcanzar el estado en que se encuentra el local, en relación al que fue dejado por los anteriores ocupantes.
La tarea de higienización ha sido minuciosa consagrando una garantía para la salud de los futuros huéspedes que gozarán de habitación amplia y aireada. En efecto, tres son los extensos salones dedicados a los inmigrantes; dos para se ocupados por hombres y uno por mujeres, salones todos que han sido refaccionados y que actualmente se encuentran en excelentes condiciones. Estas salas han sido dotadas de cómodas e higiénicas camas que en total alcanza para mil quinientos inmigrantes.
El local a que hacemos referencia consta de grandes y extensos patios en los que se colocarán bancos para uso de los huéspedes que albergue. Se han amueblado convenientemente el despacho del secretario, del auxiliar, del escribiente y una sala destinada a las reuniones de la comisión de inmigración, habilitándose además una oficina de entradas o pasaportes de inmigrantes, la de expedición con sus respectivos casilleros para facilitar la salida de aquellos a medida que tengan destino. Eso en lo que respecta al ala derecha del edificio, pues en lo que se refiere a la izquierda, se han habilitado un escritorio, una sala de lectura y una biblioteca destinadas a los inmigrantes.
La cocina ha sido refaccionada y el comedor amplio, aireado y con mucha luz, dotado de los elementos necesarios para llenar cumplidamente los servicios a que está destinado. En la enfermería se han colocado las camas correspondientes y otros elementos del caso. El local consta de numerosas dependencias que lo hacen apreciablemente cómodo y confortable. El Hotel de Inmigrantes posee aguas corrientes, un aljibe con capacidad para 200.000 litros y un molino destinado a proveer agua a las acequias. También posee un amplio local destinado a lavatorio y baño para hombres y varios, independientes, destinados a mujeres. Como hemos dicho, las comodidades del Hotel de Inmigrantes ofrecen alojamiento a 1500 huéspedes, número que puede aumentarse al doble en caso de necesidad. El local a que nos referimos ha sido dotado de instalaciones de luz eléctrica y otros tantos detalles que permiten repetir que los inmigrantes que en él se alojen podrán estar con todas las comodidades apetecibles."
A los señores de la revista comercial (eventuales dadores de trabajo a los inmigrantes) los Delegados de la Dirección General de Inmigración los invitan amablemente a visitar nuevamente el hotel y lo encuentran perfectamente amueblado y preparado para la llegada de los inmigrantes.
Revista comercial, 25 de febrero de 1911
"... Las oficina, así como el local para la comisión bahiense ocupan el frente del edificio, en su ala derecha. En la izquierda se ha instalado una sala de lectura en la que los inmigrantes podrán leer numerosos diarios, consultar toda clase de mapas y escribir su correspondencia. Se pondrá especial cuidado en lo concerniente al despacho de boletos y equipajes, habiéndosenos asegurado que ningún inmigrante será despachado para un punto cualquiera sin ser acompañado hasta la estación y puesto en el tren por un empleado del hotel."
Revista Comercial, 4 de marzo de 1911
"No cabe duda que con la llegada del vapor Santos que ha traído a nuestro puerto el primer contingente de inmigración directa ha comenzado para Bahia Blanca lo que podríamos llamar una nueva era en su historia. ...
Es bueno sin embargo que no nos echemos nosotros mismos arena en los ojos. La inmigración no producirá para nosotros resultados dignos de mención mientras no se haga voluntaria, mientras el extranjero no llegue a nuestros puertos conociéndonos siquiera de oídas, mientras no tengamos cómo recibir y colocar inmediatamente a las columnas de hombres que vengan hacia nosotros esperanzados en el futuro. Porque no hay que olvidar que esta primera remesa ha venido a Bahia Blanca obligada por el gobierno, y que no tenemos conocimiento de que este, fuera de la instalación imprescindible del Hotel de Inmigrantes, haya tomado medidas para que esa columna de gente encontrase desde su llegada el trabajo honrado que viene buscando.
En esto, como en muchas cosas se ve patente la aparatosidad que reina en los actos oficiales, con detrimento de la practicidad tan necesaria. El recibimiento hecho a los inmigrantes ha tenido más de teatral que de afectuoso; el discurso del enviado del gobierno ha sido una oda desentonada que habrá llenado de humo las cabezas de los recién llegados. ¿Y después? tras de cantar ditirámbicamente las excelencias de los territorios que rodean a Bahia Blanca, ¿qué medida práctica se ha tomado para que el inmigrante que se decida ir allá por la fuerza atrayente de ese espejismo que le han puesto delante de los ojos no reciba un cruel desengaño desde el momento en que llegue a su destino?
No negaremos que la inmigración directa tenga para Bahía Blanca una trascendencia incalculable; pero tampoco negaremos que para que esa importancia resalte debidamente el gobierno tiene que hacer otra cosa que enviarnos aquí remesas de inmigración cada tanto tiempo. Bahía Blanca, en sí, no tiene cómo dar colocación a un arribo de inmigrantes por falta de industrias en que emplear brazos; la campaña no está actualmente dispuesta a recibir un continente notable de gente porque tanto los propietarios como los arrendatarios están a la expectativa y más que medianamente acobardados por los años malos que se han sucedido. y entonces ¿qué base ha tomado el gobierno para comenzar la descentralización de la corriente migratoria?
Aquí la agricultura que todos unánimemente reconocemos como el principal resorte de la vida económica de la nación, se desarrolla por sí misma, por el esfuerzo individual, sin que el gobierno le preste su ayuda todopoderosa. La república tiene millones de hectáreas fiscales improductivas por falta de brazos, como tiene millares de brazos poco menos que desocupados por falta de terreno; y no hay un alma caritativa en las altas esferas del gobierno que detenga el escandaloso reparto de tierras públicas para iniciar un reparto equitativo que ponga a todos esos brazos en condiciones de enriquecerse y enriquecer a la nación. (proporcionar al inmigrante tierras fiscales a buen precio, útiles de labranza, terminar con el escandalo de las tierras fiscales, que quedan improductivas por especulación).
Convénzase el gobierno. Traer inmigrantes a Bahía blanca, aunque sea con la promesa de que se le ha de seguir paso a paso en su camino es ir en contra de los nuestros anhelos mientras no se arbitren recursos para que esos hombres encuentren ocupación desde el día de su llegada. ¿Por qué? porque de otro modo, desilusionados, escribirán a sus queridos ausentes, pero no para pintarles un cuadro delicioso y alentador sino para retraerles de venir a reunirse con ellos. Y lo que nosotros necesitamos es la inmigración voluntaria, no la carga de un vapor que, al ser dirigida a nuestro puerto como un manso rebaño de animales inconscientes y pasivos no sabe si se la trae a un paraíso o a un infierno. Queremos que el gobierno no reduzca su acción a las palabras encantadoramente poéticas de su enviado especial.
Inmigración directa a Bahia Blanca - Lo que surge de los hechos (Diario Bahia Blanca, 11 de marzo de 1911)
"La afluencia de la inmigración europea dirigida siempre a la metrópoli argentina ha llegado a constituir un serio problema en su doble faz económica y social al punto que las autoridades en la materia han coincidido en considerar como una necesidad cada vez más apremiante la descentralización de esos gruesos contingentes de brazos encauzando la corriente inmigratoria hacia la campaña que es la que hoy por hoy necesita del esfuerzo laborioso del inmigrante de buena voluntad y poseedor del deseo de hallar en esta tierra el bienestar que en la suya le resulta más difícil. (...) Será suficiente sostener que toda resolución que tienda a impulsar o dirigir para la campaña mucha arte de la inmigración que llega a la capital de la república debe recibirse con simpatía y rendirle el aplauso que reclama.
Pero de ahí a dar pasos en falso persiguiendo aquella generosa aspiración, hay alguna distancia y se hace necesario considerar los errores para corregirlos en lo sucesivo. (...) Esos errores se comprueban con la distribución que se ha dado a los inmigrantes que formaron el primer contingente llegado a Bahía Blanca. La distribución ha sido la siguiente:
Resulta de esta estadística un resultado casi negativo para el primordial propósito de encauzar la inmigración hacia la campaña que comprende la zona sur de la provincia en la que se funda la mayor contribución al porvenir del país en razón de las riquezas inexploradas que guarda su suelo. ¿Cómo se explica que la inmigración traída hacia el sur de la república tenga que emprender de aquí un viaje en dirección completamente opuesta como que se la dirige a las provincias del centro y del litoral? El vapor "Santos" emprendió su viaje para la Argentina en el mes de enero, fecha en que era conocida la situación que atravesaba la zona sur de la república a causa de la prolongada sequía y no se comprende el empeñoso afán de iniciar el ensayo de inmigración directa a Bahía Blanca en condiciones desfavorables para consagrar de inmediato la casi inutilidad de ese esfuerzo en su origen generoso. ¿Acaso se hubiera perdido algo con postergar un ensayo que en todo caso podrá ser perjudicial para este centro al que precisamente se desea favorecer? Surge esta pregunta teniendo en cuenta todo lo que influye en Europa la propaganda verbal o epistolar de los propios inmigrantes que han sido solicitados para esta zona, y han debido dirigirse a otra realizando una gira cruzando el territorio de un extremo a otro. Contrariando estas opciones, podrá expresarse que habría sido un sonado fracaso para el gobierno argentino advertir que de la remesa de 400 y tanto inmigrantes traídos por el vapor Santos, solo ocho llegaban a Bahía Blanca. Pero a esto se contesta que es más prudente y más sabio prevenir que tener que remediar y que de cualquier manera siempre son desfavorables las precipitaciones. No es el caso de discutir quién es el culpable de este hecho. ¿El gobierno? ¿la compañía de vapores que trajo a Bahia Blanca los inmigrantes destinados a Buenos Aires y a las provincias del centro y litoral?"
Revista Comercial, 4 de marzo de 1911:
"No hay que olvidar que esta primera remesa ha venido a Bahia Blanca obligada por el gobierno y no tenemos conocimiento que este, fuera de la instalación imprescindible del Hotel de Inmigrantes haya tomado medidas para que esa columna de gente encontrase desde su llegada el trabajo honrado que viene buscando" (no hay industrias, los arrendatarios están a la expectativa, tierras fiscales a las que no pueden acceder: indispensable ofrecer tierras a precio accesible a los inmigrantes.
marzo de 1911 vapor Salamanca, 92 españoles y portugueses,
INMIGRACION DIRECTA A BAHIA BLANCA
TERCER CONTINGENTE El 10 de abril llega el vapor Córdoba
Revista Comercial 29 de abril de 1911
CUARTO CONTINGENTE:
El 2 de junio de 1911 llega el buque, el "Santa Rita"
Nombramiento del doctor Manuel Cigorraga como Director General de Inmigración
Oficina de Inmigración (Diario Bahía Blanca, 2 de julio de 1911)
"El contingente de labor que aporta a nuestro suelo con la nueva remesa de inmigrantes el vapor "Santa Fe" tiene tal significado para para nuestros progresos materiales y económicos que no ha escapado a la penetración del gobierno y de las autoridades encargadas de su estabilidad. El gobierno nacional, por medio de sus agentes, está empeñado en facilitar a los inmigrantes todas las facilidades que sea menester a fin de que encuentren fácil ubicación de acuerdo con sus aptitudes y consultando sus conveniencias. La oficina local de inmigración nos pide que indiquemos a los agricultores, hacendados, industriales, comerciantes y a todos los que necesiten trabajadores, dirijan sus pedidos al Hotel de Inmigrantes de Bahia Blanca pues en esta forma no solo obtendrán el personal que precisan sino que contribuirán a facilitar los propósitos del gobierno. Los gastos de transporte serán por cuenta del gobierno. Con el propósito de hacer una visita al Hotel de Inmigrantes de esta cuidad es esperado hoy de la capital federal del Director General de Inmigración, doctor Manuel Cigorraga.
Sexta remesa de inmigrantes. Llegada del vapor "Navarra"
La Nueva Provincia, 22 de julio de 1911.
Ayer al mediodía atracó al muelle de Puerto Comercial el vapor "Navarra" de la Compañía Hamburgo Sudamericana de la cual desembarcaron instantes después 93 inmigrantes españoles que transportados inmediatamente por el ferrocarril ingresaron al hotel a las cuatro de la tarde.
Practicadas las visitas de sanidad y desembarco, subió a bordo del Navarra el secretario del Comité Pro Inmigración, señor Enrique Julio, quien conversó con algunos grupos de inmigrantes, exhortándoles a que se quedaran en Bahía Blanca y su zona donde se trataría empeñosamente de proporcionarles colocación conveniente. Hízoles ver la conveniencia que existe para los que recién llegan a un país extraño en busca de trabajo de no dirigirse a las ciudades muy populosas como la metrópoli argentina, donde es más difícil encontrar colocación sobre todo en la época actual y donde se nota ya una tendencia a salir a la campaña. Les aconsejó que prefirieran para radicarse los centros nuevos donde el progreso les asegura el porvenir y les indicó las ventajas de la vida en el campo, de manera que a los que no trajeran un destino y una colocación garantida, conveníales permanecer aquí pues la oficina y el comité pro inmigración les buscaría trabajo.
Muchos de los inmigrantes se manifestaron conformes en seguir estas indicaciones. El contingente del Navarra es un excelente grupo. Gente joven sana de buen aspecto, que manifiesta en forma expresiva su deseo de trabajar.
En el Hotel de Inmigrantes se ha habilitado una sala para las señoras que concurran en procura de personal de servicio."
SEMBRANDO INMIGRANTES (Diario Bahia Blanca, 9 de agosto de 1911) Una ácida crítica al doctor Cigorraga
Noviembre de 1911 llega el vapor Entre Ríos
En la revista Mundo Argentino, n° 47, 29 de noviembre de 1911:
INMIGRACIÓN DIRECTA A BAHIA BLANCA
"El hermoso y fecundo proyecto de hacer convergir inmigración directa a Bahía Blanca continúa realizándose con brillantes resultados. En estos días en Ingeniero White han desembarcado 850 inmigrantes, casi todos españoles, siendo el contingente más numeroso que ha llegado a este puerto, no solamente por la cantidad sino porque la mayoría son agricultores bien habituados a las faenas del campo. Una sola empresa comercial solicitó 500 trabajadores, siendo colocado en el mismo día del arribo todo el contingente inmigratorio. La inmigración directa es uno de los factores que ha de contribuir eficazmente a asegurar el espléndido porvenir de Bahía Blanca, la gran capital del sur."
martes, 24 de junio de 2025
1909 Inmigrantes a la deriva
Inmigrantes a la deriva en BB por ineficacia de la oficina de inmigración en Bs AS
Revista Comercial, 27 de noviembre de 1909
Inmigración
…
Es de creer que los agentes de inmigración que recorren los países
de Europa y que nos envían tan formidables avalanchas de extranjeros, no se
preocupan como es debido de explicar a los pueblos de por allá la índole
esencial de trabajadores que se necesitan en el país. Por eso sucede que la mayoría
de los que vienen a la república, si no son llamados por sus deudos y amigos,
es decir, si se encuentran a su llegada abandonados a sí mismos, se encuentran
totalmente desorientados y sin saber a qué lado volverse.
¿Cómo se concibe que Bahía Blanca, con no ser punto de
arribo directo de la inmigración europea, cuente siempre en su seno con tan
gran número de gente recién llegada de allende el mar, sin ocupación y sin
medios de existencia? En las puertas de las agencias, en los bancos de la plaza
y las bocacalles céntricas se estacionan continuamente grupos de esa clase de
gente, donde fácilmente puede reconocerse todas las nacionalidades europeas.
Vagan al azar, sin rumbo alguno, esperando que la suerte les ponga en el camino
un trabajo cualquiera que, la mayor parte de las veces, no es aquel a que ellos
se han entregado en su patria.
¿Cómo se halla toda esa gente en Bahía Blanca, cuando en
Buenos Aires existe una repartición exclusivamente encargada de la internación de
inmigrantes?¿Vienen ellos por su gusto atraídos por nuestro naciente renombre?
El hecho es que, como decimos antes, las agencias de
colocaciones rebosan de esa clase de gente. Y como hemos podido notarlo, muchos
de los que asechan esas agencias, se rehúsan a conchabarse para trabajar
afuera, ignoramos por qué motivos, sucede lo siguiente: que un buen día, el
poco dinero que han traído consigo se termina porque no es elástico y la vida es
cara; y entonces empiezan peregrinaciones de otra índole: a la municipalidad en
busca de ayuda; a las sociedades de beneficencia en busca de comida, a los
particulares de puerta en puerta, en demanda de trabajo o de limosna. ¿Es este
el ideal que obliga a esas gentes a dejar su país para venir al nuestro?
Por eso es imprescindible, si hemos de seguir registrando
cifras de inmigración cada vez más elevadas, ir tomando medida para que ella se
encauce dentro de unos ciertos límites y no venga como hasta ahora confiada en
que aquí encontrará trabajo y mesa puesta en cuanto pise tierra argentina. Una
buena parte de la inmigración – sin hablar de las mujeres y los niños – se compone
de gente sin oficio conocido y sin capacidad determinada para algún trabajo: no
pueden ser clasificados entre la clase de los atorrantes, pero están destinados
a formar en sus filas en un plazo relativamente corto, si la casualidad de que
hablamos antes no se presenta misericordiosamente a salvarles.
Mientras no se entregue tierra a los agricultores van a llegar inmigrantes no calificados
Revista Comercial, 4 de diciembre de 1909
… la repugnancia que muestra la mayor parte de los inmigrantes a internarse en el país prefiriendo quedarse en los grandes centros a la espera de una suerte incierta. Y esto es absolutamente verídico.
Existe en Bahía Blanca, o existió en tiempos, una oficina de inmigración dependiente de la central de Buenos Aires, pero no creemos que sea grande el número de inmigrantes que se hayan dirigido a ella en busca de medios para internarse en los territorios. Sin duda, porque ignoran su existencia Y si esto es así, lo que no puede hacer la oficina de inmigración de la capital con todos los poderosos medios de que dispone, mal lo podrá hacer una sucursal, por bien que se pretenda montarla.
El defecto de la coraza está en el modo con que se recluta actualmente la inmigración en los países europeos. Se hace por allá mucha réclame pero sin preocuparse de hacerla efectiva, de enterar a los deseosos de venir a nuestro país de los recursos y facilidades que él puede poner a su disposición. Y mientras esto no se remedie, mientras el tropel de inmigrantes llegue a nuestras costas tan ignorante como hasta el presente, serán inútiles todas las gestiones para internarlos y las ciudades seguirán recibiendo conglomeraciones humanas con perjuicio de los campos que las están reclamando inútilmente.
Algo de culpa y no poca, incumbe en esto a nuestro servicio consular, que debería ser u medio poderosísimo para encauzar la inmigración en modo más conveniente para nuestros propios intereses.
Cierto que tampoco adelantaríamos gran cosa con que la casi totalidad de los inmigrantes fuesen brazos útiles para la labor del campo si no tenemos campos disponibles para entregárselos en cuanto desembarcan. Es verdaderamente inexplicable la apatía que en este sentido muestra el gobierno nacional, que mientras por un lado se despoja de riquísimas parcelas de terreno para regalarlas a los bienquistos o a los aventureros, no destina siquiera una mínima porción de sus territorios a los agricultores de ultramar que no desearían otra cosa que terreno para roturar, en condiciones mejores que las que pueden encontrar actualmente.
Pero no es llegado el caso ni mucho menos de que la gran mayoría de la inmigración venga con ganas de dar a la tierra argentina el esfuerzo de sus brazos. Lejos de eso. Amparada con la facilidad con que se entra en nuestro país, está llegando una falange tenebrosa de individuos parias de otras naciones, temible resaca de la maldad o la desgracia humana que viene acá huyendo de la justicia de su propia nación. Y es ya llegada la hora de que se depure un poco nuestra inmigración para que cesen los sucesos lamentables que se vienen reproduciendo con frecuencia de un tiempo a esta parte
domingo, 22 de junio de 2025
1907 INMIGRANTES ABANDONADOS, consignados por la Oficina de Trabajo pero aquí nadie los recibe (ni siquiera el cónsul)
La Nueva Provincia, 13 de marzo de 1907
INMIGRANTES ABANONADOS
Efectos de la imprevisión oficial
La dirección general de inmigración procede en una forma muy
incorrecta con los inmigrantes que envía al interior Esto no es nuevo, pero
debe hacerse constar cada vez que producen hechos de la naturaleza que pasamos
a ocuparnos, porque bien pudiera suceder que, interviniendo la casualidad el gobierno
se preocupe de subsanar los efectos de su imprevisión, por lo menos en lo que
se refiere a la inmigración que asimila Bahía Blanca que es donde toman carácter
más grave.
Hemos tenido oportunidad de conversar con un grupo de cinco
inmigrantes que después de haber perdido tres días buscando trabajo, se
presentaron en nuestra redacción manifestando que la Oficina Nacional de
Trabajo los había consignado a Bahía Blanca sin darles mayores instrucciones.
Que aquí llegaron con escasos recursos, sin conocer a nadie, sin poseer el idioma,
sin encontrar quien los recibiera o les indicara siquiera dónde podían conseguir
trabajo y sin tener donde alojarse. Había visto al vice cónsul italiano y este
no había podido remediar su situación y se encontraban en la más desesperada.
Este hecho, que se viene repitiendo desde hace varios años y
que en la época de la cosecha motiva verdaderos perjuicios a la gente que viene
en busca de ocupación, prueba la necesidad, tantas veces pregonada por la La nueva
Provincia, de una subcomisaría de inmigración en esta ciudad, a la que llegan
mensualmente cerca de mil inmigrantes que tropiezan con toda clase de
dificultades para poder ubicarse.
El ministerio de agricultura no debe ignorar la importancia
de esta zona como emporio de trabajo y la circunstancia especial en que se
encuentra Bahía Blanca pues de aquí se reparten los trabajadores para la
extensa campaña del sud de la provincia y de la Pampa Central y el deber de
buen gobierno indica que se debe facilitar el acceso y la distribución de esos
brazos, tanto de los trabajadores como de los que necesitan de ellos.
El senado sancionó la creación de una oficina de inmigración
en esta ciudad pero desgraciadamente cayó en la poda que se hizo del
presupuesto y con menoscabo de los intereses de esos trabajadores se hizo una ridícula
economía.
El error debe ser subsanado con tiempo y al ministerio de agricultura
corresponde dar la fórmula que no puede ser otra que la instalación en Bahía
Blanca de una oficina de inmigración que atienda los pedidos de toda la región,
reciba, dé alojamiento y reparta convenientemente los inmigrantes.
sábado, 21 de junio de 2025
1906: Desparramando inmigrantes: gente de blusa y de lingera
Desparramando inmigrantes (LNP, 26 de noviembre de 1906)
Los trenes del Sud salen de Constitución
con los coches atestados de gente de blusa y de lingera, que se van
desgranando dificultosamente en las estaciones de la campaña. Cada uno de esos
pasajeros representa para el furgón pro lo menos, un catre y un baúl. Para el
guarda y los jefes de estación representan un cliente difícil que, con solo no
saber expresarse en castellano, atrasa un tren.
Y efectivamente esto es lo que
está sucediendo y a ello se debe en mucha parte la poca observación del horario
de ferrocarriles. Es una causa que ha venido a acoparse a los choques, a los
descarrilamientos y al “fuerte viento contrario”, clises ferroviarios
muy gastados por el uso frecuente.
En cada estación, sobre todo las
que sirven alguna zona agrícola o en las terminales de ramal, descienden
docenas y docenas de inmigrantes recién llegados al país que no conocen
absolutamente ni el idioma ni la situación del lugar al cual quieren dirigirse y
naturalmente entre explicaciones del destino, desembarque de la lingera,
confusiones de boletos y de personas, los trenes prolongan su estadía en las
estaciones y queda echada a perder la regularidad del horario.
Es tal la cantidad de gente de
trabajo que se interna en la campaña del Sud, que como decimos, los empleados
de los ferrocarriles tienen que luchar para poder distribuirlos de acuerdo con
sus pasajes y para poder entregarles sus equipajes. Luego quedan en la
estación, sin saber para dónde dirigirse cuando no sucede lo que hace poco
tiempo, que unos inmigrantes consignados a Cordoba vinieron a parar a
Tornquist.
Este es uno de los muchos
defectos de organización de la Oficina Nacional de Trabajo, o sea, de la
Dirección de Inmigración, porque se la ha creado precisamente para eso, para
internar, dirigir y distribuir a los trabajadores que llegan al país. Su misión
es facilitarles la llegada al lugar donde van a aplicar sus actividades o donde
son reclamados por los interesados. No es propio que desde el muelle del puerto
o desde el Hotel de Inmigrantes los lleve al tren, les amontone en un mal coche
de segunda y los largue con un nombre apuntado en un boleto, como a la ventura.
Así se proporciona a esa gente
los primeros disgustos, se les extravía y lo que es peor se les hacer perder
tiempo con perjuicio de ellos y del trabajo agrícola e industrial.
No pretendemos que se les haga
acompañar hasta el lugar de destino, pero sí que se les provea de todas las
instrucciones necesarias para que el personal de los trenes pueda proceder
fácilmente a su distribución.
Esta falta de previsión de la
Dirección de Inmigración deja al descubierto otro defecto, otro olvido m uy criticable.
Nos referimos a la inexplicable ausencia de una subcomisaría, delegación o
subcomisión de inmigración en Bahía Blanca.
Aquí llegan más de mil
inmigrantes por mes; de aquí se reparten por la zona agrícola del Sud de Buenos
Aires, Pampa Central y Río Negro, y sin embargo no hay nadie que represente al
gobierno en este deber de protección a los brazos que vienen a ponerse al
servicio de la causa del trabajo, no hay nadie que desempeñe la tarea de
recibir, internar y colocar los inmigrantes en la región que mayor contingente
laborioso requiere.
Hora es ya de que se miren estas
cosas tan sencillas y tan eficaces con un poco más de atención.
viernes, 20 de junio de 2025
1905 Inmigración, tierra y trabajo en Bahía Blanca
Ante el fracaso de la inmigración subsidiada es mejor generar condiciones para la inmigración espontanea
INMIGRACION
REVISTA COMERCIAL, 3 de junio de 1905
Si se sometieran a examen las diversas opiniones vertidas acerca de la mejor forma de fomentar la inmigración podría llegarse a este resultado: que no son ni la propaganda expresa que se haga en Europa ni la ventaja del pasaje que se le ofrezca al inmigrante las causas que lo atraigan. Estos son medios artificiales que producen por lo mismo resultados ficticios, y el país necesita inmigración que se arraigue aquí, segura de un porvenir halagüeño como justo premio a sus esfuerzos.
...
Los que piensan que la propaganda en Europa es un eficaz medio para atraer al inmigrante no piensa bien. Solo sería aceptable el sistema en el caso de que aquella propaganda estuviese en armonía con las condiciones económicas del país.
Pero sostener que la inmigración espontánea es la mejor no es afirmar que los poderes públicos se dejen estar sin ejercer los medios para que aquella se realice, porque no hay que confiar a las causas naturales únicamente el fomento de la población y la riqueza. ... Aparte de de las sumas que se dedican al alojamiento y transporte de los inmigrantes los poderes públicos tienen una misión difícil que cumplir, la de preparar el terreno para que abunde el trabajo, la de tender a que el mayor numero posible de brazos se dedique a la agricultura y a que aumenten las condiciones de receptibilidad del país. Hay que facilitar la inversión de capitales, la construcción de obras publicas y sobre todo la concesión de tierras a largos plazos, a precio módico y a con los anticipos y facilidades indispensables a los inmigrantes agricultores que lleguen sin recursos y que quieran formarse una posición con el trabajo. Y esto no en los territorios nacionales ni a centenares de leguas de la capital sino en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y algunas otras cerca de los grandes centros poblados como lo hizo Santa Fe en los tiempos áureos de la formación de sus colonias, hoy convertidas en poblaciones florecientes.
Entonces, por poco que las cosechas y los gobiernos y las demás circunstancias ayuden, se verá cuán pronto aumenta espontáneamente la inmigración, sin necesidad de propaganda ni de pasaje.
jueves, 19 de junio de 2025
1904 La disputa por los "brazos", entre la cosecha y las obras de los ferrocarriles (tierra, inmigración y trabajo)
EL PROBLEMA DE LOS BRAZOS
La cosecha y los ferrocarriles
La Nueva Provincia, 30 de septiembre de 1904
Hemos venido dando la voz de alerta sobre el único peligro que amenaza por hoy la cosecha agrícola que se presenta magnifica en todo el territorio de la república y en esa misma propaganda nos acompaña la prensa en general.
La falta de brazos para el laboreo de las sementeras es en
la actualidad un p unto más oscuro que la invasión de la langosta y que los
fenómenos atmosféricos. Ya habíamos encarado el tema bajo su faz general y
oportunamente estimulamos la realización del único recurso que se presentaba
con más probabilidades de alejar la amenaza cual era el de abrir registros en
las provincias el norte y del oeste ara acumular brazos y tenerlos listos para
transportarlos al lugar donde el trabajo agrícola los necesite.
Esa medida, de que se encargarían las oficinas de
inmigración o las dependencias del ministerio de agricultura, sería la
salvación de la cosecha porque no hay que esperar que la inmigración aumente en
la proporción exigida por las necesidades de la zafra i aún calculando que la
que anualmente viene por esta época sea este año mayor que los anteriores.
En las provincias cuya industria principal no es la
agricultura no se siente la carencia de brazos y de consiguiente no se perjudicarían
si se extrajeran por dos o tres meses unos cuantos cientos de trabajadores. Esto
es lo más práctico, lo que debe apresurarse a hacer el gobierno antes que la especulación
particular le gane de mano porque entonces la medida, aunque diera resultad o
para los agricultores, no sería todo lo conveniente que es de desear para los
trabajadores que muy fácilmente estarían dispuestos a una explotación perjudicial.
Pueden haber otros medios conducentes al mismo fin, pero hoy
por hoy aquel es el único factible.
Además hay que tener en cuenta esta otra consideración que
afecta directamente a la provincia de Buenos Aires y aumenta el peligro: la empresa
del F.C.Sud conchava peones para la construcción del ramal a Guatraché: la de
BB y Noroeste necesita también muchos para la línea de Nueva Roma a CAriló; la
del Gran Oeste empezará en breve su ramal de San Rafael a Toay; la del Pacífico
va a iniciar los trabajos de la línea de Rufino a cañada Verde Buena Esperanza
y Pedernera, luego vendrá la de Rufino a Bahía Blanca y muchas otras autorizadas
por el gobierno de la provincia.
Pues bien, esta enorme cantidad de trabajo ferroviario
requerirá la labor de unos diez mil hombre por lo menos, y de esos diez mil,
dos terceras partes indudablemente son brazos que faltarán en la tarea
agrícola, son peones que quedan sustraídos a la siega y a la trilla.
Esto es grave, más de lo que el gobierno se imagina, y mas
de lo que piensan los agricultores, y los representantes gremiales que no
prestan la atención que merece el asunto ni exigen de quien corresponde que se
solucione el problema. Estamos abocados a la cosecha de cereales, faltan
brazos, no por cientos sino por muchos millares y la expansión ferroviaria
disputa la adquisición de los trabajadores. Luego, pues, la perspectiva es
oscura.
OFICINA DE INMIGRACION
¿Por qué no la hay en Bahía Blanca?
La Nueva Provincia, 10 de diciembre de 1904
Es verdaderamente extraño que en una ciudad como Bahía Blanca, centro de operaciones comerciales, cabecera de una vasta zona agrícola y granadera no tenga una oficina de Inmigración o de trabajo para facilitar la provisión de brazos. Casi todos lo s pueblos de la república cuentan con esa dependencia. Hasta Santa Rosa de Toay y Neuquén tienen una Comisión de inmigración encargada de recibir los pedidos de trabajadores, transmitirlos a la Oficina Nacional y proveer a los interesados y no nos explicamos por qué razón el gobierno no la crea en Bahía Blanca.
Recordaremos con este motivo que el actual cuartel que ocupa el batallón 2 de infantería fue construido expresamente para Hotel de Inmigrantes y después de tres años de estar desocupado se le entregó al ministerio de guerra.
Desde entonces nadie ha pensado que en esta ciudad es necesaria, utilísima una oficina de esta naturaleza porque prestaría evidentes servicios a todos los agricultores, ganaderos e industriales no solo de aquí sino de Dorrego, Saavedra, Villarino, Coronel Suarez, Puán, Pringles, Tres Arroyos y los departamentos de las gobernaciones de la Pampa Central y Rio Negro que están más cerca de Bahía Blanca que e las capitales de esos territorios estar
Es lógico que los interesados se dirijan a la oficina más inmediata que en el caso presente sería la más importante, sin contar que los inmigrante vendrían con más voluntad a una ciudad como la nuestra, por su importancia, y por su ubicación desde donde comenzarían a conocer el territorio y podrían dirigirse donde les conviniera más. El ministerio de agricultura o la dirección de inmigración deben padecer algún error respecto a este asunto porque hace pocos días llegó a la estación local del F. C. Sud un equipaje de colonos recién llegados al país que traía en los rótulos esta inscripción: “Oficina de inmigración de bahía blanca”, mientras que sus destinatarios o dueños estaban en Toay.
Esto hace suponer que aquella repartición está en la creencia de que aquí existe una dependencia.
Es pues de urgente necesidad que se llene este renglón en blanco decretando la inmediata creación de una Oficina de Inmigración en esta ciudad.
INMIGRANTES SIN ASILO
La Nueva Provincia, 21 de diciembre de 1904
Iniciativa que se impone
Nos hemos venido ocupando durante varios días de la falta de una oficina de inmigración en esta ciudad, dependiente de la Dirección General que existe en Buenos Aires, y este asunto si no se subsana en el sentido indicado, producirá sus consecuencias en detrimento del crédito de los poderes del estado.
No hay necesidad de recalcar la conveniencia de la creación de una oficina local de trabajo que corra con todo lo concerniente a la recepción, hospedaje y colocación de los inmigrantes como tampoco sobre la insignificancia de la erogación que aquella demandaría.
Esto esta fuera de toda duda y de toda observación así es que si el ministerio de agricultura no se interesa en llenar esa deficiencia continuaremos presenciando el triste espectáculo de estos días en que grupos de inmigrantes desembarcados en la estación Sud se echan a andar por esas calles, sin rumbo, confiados en que la casualidad les proporcionará la ocasión de encontrar una colocación.
Así los hemos visto con sus equipajes y sus familias recorriendo las calles sin saber dónde ubicarse, impedidos de acudir a una fonda porque sus recursos no les permitirían, vagando hasta que la proximidad de la noche y el natural deseo de descanso les obligaba a pedir hospedaje en algún corralón.
Algunos se alojaron el la quinta de las romerías, otros fueron atendidos y hasta alimentados por la filantrópica institución del Ejército de Salvación y los más se acomodaron para mientras donde la bondad de algunos vecinos se lo permitía.
Esto no debe suceder, no decimos en esta ciudad, sino que ni en el último rincón de los territorios nacionales y si el gobierno insiste en desoír tan justas quejas creemos que esta misma indiferencia les marca una iniciativa a las sociedades gremiales y centros sociales existentes entre nosotros. Son estas representación es comerciales la que deberían despertar la atención de los gobiernos hacia todos los problemas que envuelvan un beneficio para Bahía Blanca haciéndole presente las necesidades y los modos de satisfacerla.
En el caso actual, no creemos que tenga dificultad el centro Comercial o la liga de Hacendados y agricultores en dirigirse a los poderes públicos solicitando la creación en esta ciudad de una comisión y hotel de inmigrantes.
miércoles, 18 de junio de 2025
Fabrica de bebidas sin alcohol Pris
La Nueva Provincia, 1 de enero de 1921 (suplemento especial)
Fábrica de bebidas sin alcohol
Rechácese toda botella que no tenga en la tapa el nombre de Pris.
El vino chacolí, según Roberto J. Payro (1890)
Roberto J. Payró, en Cuentos de Pago Chico:
"Como industria, no podemos olvidar tampoco la de Tripudio, que con los desmirriados racimos de las parras de su quinta y otros ingredientes menos inofensivos fabricaba un chacolí con gusto a olor de ratón y que luego expendía con el ingenioso título de "Vino Cható"
El vino chacolí según Benigno Lugones (1883)
LUGONES, Benigno, La vida en Bahía Blanca Bahía Blanca, Marzo 6 de 1883.
"Entretanto, la viticultura no existe aquí, ni hay una sola persona competente en tales materias, ni existen viñedos, ni hay laboratorios de vino, ni nada que de cerca o de lejos se relacione con el arte difícil de hacer vino. Lo único que hay son vastos plantíos mal manejados de parras comunes, con cuyas uvas –uvas de mesa, uvas de comer y no de hacer vino– se prepara un mosto agrio denominado chacolí, que es una de las más detestables bebidas que he gustado hasta hoy. La uva cosechada es depositada en grandes toneles, don de fermenta; el líquido obtenido se pasa a un tonel en que se le deja “asentar” y las “madres” se arrojan por inútiles. Después de un tiempo de “asiento” el líquido se decanta, trasegándolo a otro barril, y pasado un segundo lapso de “asiento”, se expende embotellado. El líquido que se bebe es una especie de vinaza blanca que, cinco minutos después de sacada de la bordelesa o botella, queda agria y áspera, cambiando al mismo tiempo de color. La oxidación del alcohol es inmediata y la producción del ácido acético origina sin demora, e ignoro por qué causas, la precipitación del tanino. De ahí la acritud y la aspereza del líquido. No existe, pues, la viticultura, y el chacolí no es vino ni es agradable, sino al contrario ingrato al paladar."
"En Bahía Blanca, no se puede pasar sin mencionar siquiera la “quinta del Cura”. La quinta del Cura es una quinta perteneciente a Mr. Augusto Rolff, sujeto inglés que vino hace quince años a Bahía Blanca, anduvo algún tiempo muy pobre, hizo un viaje a Inglaterra y regresó con algún dinero, comprando luego el terreno que es hoy su quinta.
La quinta misma es igual a las demás de Bahía, salvo que posee muchos pies de tuna de higos y da, con La Bodega, otra quinta, el mejor chacolí. En Bahía Blanca se asegura que la quinta del Cura es un modelo de cultivos y en Buenos Aires agregan, los que se dan por bien informados, que es un edén. ¡Poder de la fantasía!
Es una quinta aseada cuyo dueño, según propia declaración, no entiende jota de agricultura. ¡A tal punto es incompetente que, como él mismo me lo ha dicho, habiendo mandado traer libros ingleses sobre agricultura para instruirse, solo cuando los hubo leído echó de ver que los agrónomos británicos no tienen motivo de entender ni conocer la viticultura…!
Pero si la quinta del Cura es un mito popular, no menos lo es el cura mismo, Mr. A. Rolff. En la leyenda popular, en la opinión del vulgo, Mr. Rolff es un sabio, un teólogo, un clergyman misántropo y millonario que se ha desterrado voluntariamente en Bahía Blanca. Yo he encontrado en él un tipo de lo que llamamos en criollo “un inglés fino” que ha perdido su fineza. Su hábito externo, como se dice en patología general, denota que adolece de corea incipiente y que pertenece a una familia de gente distinguida. Me atrevería a afirmar que es normando puro, a pesar de su apellido. Esa redacción puede averiguarlo en la Collectanea genealógica de Foster que tiene en su biblioteca.
Se le llama cura porque se le cree pastor protestante, bajo la fe de una invención que hicieron correr algunos ingleses del Sauce; se le cree sabio porque tiene una buena biblioteca; se le cree millonario porque trajo de Inglaterra una suma de dinero que no alcanzaba a $10.000; se le cree misántropo porque no visita a nadie.
Como La Bodega no vende su chacolí, queda solo el Cura único vendedor del mejor vino de Bahía Blanca. Él mismo dice que, como “no es zonzo”, se hace pagar caro. En efecto, el chacolí de uva moscatel cuesta en la quinta del Cura $20 la botella de cuarta y media. Era natural que a la gran mistificación que es la viticultura en Bahía Blanca, correspondiera una gran fábula sobre el mejor viticultor.
Así sucede, y poco se pierde en ello, por suerte. Sin embargo, el chacolí ha merecido ya décimas de los paisanos y el Cura ha de llegar también a merecerlas. Los rústicos trovadores de la Pampa cantarán en Fuerte Argentino la persona del Cura; mas lejos la leyenda aumentará, y probablemente, al pie de los Andes, Mr. Rolff llegará a ser héroe misterioso, rodeado por la aurora de lo sobrenatural. ¡Qué buena pro le haga al cantado y a sus cantores"
El vino chacolí, según Estanislao Zeballos (1881)
Estanislao Zeballos, en su Viaje al país de los araucanos, 1881, cuenta:
"A la vez que la vegetación de la región templada del Litoral encuentra en el seno amoroso de esta tierra una hospitalidad reproductiva, la vegetación de las faldas andinas, que crece en los terrenos arenosos de Mendoza y San Juan y en las comarcas montañosas del Oeste de la República se desarrolla en Bahia Blanca con seguridad y provecho. Si tomamos como tipo principal de ella la vid, que tiene en Cuyo, en Catamarca y la Rioja un medio propicio de desarrollo, la hallamos en prosperidad extraordinaria, para usar una frase del señor Caronti. La uva es excelente, por fortuna sana y el pueblo y sus cercanías no con sumen sino el vino allí mismo fabricado, con el nombre de Chocolí, cuyo expendio ha alcanzado á los precios del vino común de Burdeos. Esta industria perfeccionada no será de las menos fecundas en nuestras regiones australes, donde se cuentan por millares de leguas cuadradas las zonas aptas para el cultivo de la vid."
El vino chacolí, según Caronti, Real de Azua y Laspiur (1869)
En el Informe del partido de Bahía Blanca, que elaboran Caronti, Laspiur y Real de Azua en ocasion de la Feria internacional de Córdoba escriben:
."Ya hemos hablado de la viña que debe un día ser uno de los principales productos en Bahía Blanca. El vino que se prepara, (chocolí, [chacolí]) se consume en el pueblo y es muy agradable. Bastaría mejorar su elaboración y cuidar más de la manipulación y tener bodegas para conseguir de las viñas existentes un vino mucho mejor. La introducción de cepas selectas produciría sin duda ninguna los mejores resultados. Así es como los vinos del Cabo y el Jerez de Pizco (Perú) se han adquirido una reputación tan merecida. Sería muy provechoso fomentar la cultura de la viña, pues cada día más aumenta el consumo de vino, mientras la cultura de la viña no sigue la misma propagación; es cierto que se precisan brazos pues también el precio del vino sube con el consumo. La viña no prospera en todas partes y en los Estados Unidos se ha inútilmente intentado introducir y aclimatar la viña ordinaria y han tenido que quedarse con el cultivo de las especies indígenas de un sabor agrio. Bajo este punto de vista no hay que temer concurrencia y ofrecerían al contrario un mercado a los países que producen vino."
Botellas de leche
Patagones 478 (actual Casanova y Alem)
Revista Comercial de Bahía Blanca, 10 de febrero de 1912
"La Cooperación de Cremerías en Bahía Blanca fue fundada hace algunos años con el fin de entregar al consumo leche higienizada y a precios equitativos y procediendo a la pasteurización de ese producto.
Con ese fin se instalaron las maquinarias modernas y poderosas que los visitantes del local situado en la calle Patagones 478 pueden curiosamente ver trabajar, recibiendo las consiguientes explicaciones de parte de los atentos empleados de la empresa.
La leche es suministrada a esta casa principalmente por las lecherías que el señor Caviglia tiene en el Saladillo y en las Hormigas; por la de los señores Cesio y Echegoyen, situada en Villa Bordeu y por la del señor Pablo Morín, de las Lagunitas. El total de leche recibida diariamente oscila alrededor de los dos mil litros.
Se recibe en grandes tarros que pasan primeramente por la oficina química del establecimiento. Luego se echa el producto en grandes calderas donde se le hace sufrir un calor de 85° pasando luego por una serie de serpentines que bajan instantáneamente su temperatura a 4° utilizando para esta operación el hielo producido en la misma casa.
La operación de embotellado se hace luego mecánicamente y queda leche en disposición de ser entregada al reparto. Este se hace, parte por los carros de la misma empresa, parte por medio de lecheros particulares que se ocupan de la reventa. La empresa cobra 16 centavos el litro, en tarro y a 12 centavos, embotellada, y la expenden a precios variables entre 15 y 20 centavos.
Los tarros y las botellas usadas son prolijamente desinfectadas en la fábrica por medio del vapor que asegura una higiene perfecta." (luego sigue hablando de la manteca y el queso).
domingo, 15 de junio de 2025
LOS OBJETOS DE VIDRIO DE LA COLECCIÓN “LÓPEZ ZANARDI” EN EL MUSEO Y ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE BAHÍA BLANCA: MATERIALIDAD DE LAS PRÁCTICAS DE CONSUMO, SALUD Y CUIDADO PERSONAL

En enero de 2025 salia publicado en la revista Fragmentos del Pasado un artículo en el que Javier Weimann, del área de arqueología del Departamento de Departamento De Humanidades Universidad Nacional del Sur los resultados del paciente y meticuloso trabajo que durante todo 2024 desarrollo en el MAHBB, estudiando una colección de objetos de vidrio y cerámica que había sido hallada hace ya muchos años en un sitio arqueológico situado en la zona oeste de Bahía Blanca, en inmediaciones del antiguo Matadero, entre Vieytes y Estomba al 2300.
HISTORIAS EMBOTELLADAS, en el MAHBB
Estos objetos nos hablan nada menos que del contacto de la ciudad con la "modernidad", especialmente a partir de 1880 con la llegada del ferrocarril, de una gran cantidad de gente - (in)migrantes - y de negocios, bancos y casas importadoras de los más variados productos.. Así, Bahía Blanca se convierte en una importante plaza para el intercambio comercial, y el crecimiento exponencial de la población alienta prácticas de consumo cada vez más diversificadas y, simultáneamente, la institucionalización de los desechos (en pocas palabras: el surgimiento de los basurales urbanos).
En ese marco, entonces es que podemos asombrarnos con aquellas prácticas de alimentación y bebida (el vino Cordero, que podía ser fácilmente adulterado, el vino chacolí, las gaseosas fabricadas en ciudad, por ejemplo ), prácticas de salud e higiene, (desde las ventosas y frascos de purgantes y revitalizantes hasta delicados perfumeros y recipientes de cremas).
viernes, 6 de junio de 2025
COSTURERAS, MODISTAS Y BORDADORAS (una serie de imágenes con algunas reflexiones)
(no tiene audio)
- ¿en una "casa de confecciones", en una fábrica de bolsas de arpillera, en un taller de costura?
- Y si es en casa ¿para la propia familia, o al mejor estilo home-office, con entregas semanales de tantas prendas cosidas, ya sea por ejemplo, para la lanera, o para el comando (sí, el que estaba aquí mismo, en Saavedra 951)?
- ¿tarea del hogar u oficio?
Costureras, modistas, bordadoras, cada cual con su método, su estilo para trazar moldes, pasar punto flojo, surfilar y hacer dobladillos, y siempre, como respaldo, alguno de estos libros, o las clases en academias de corte y confección, la enseñanza de alguna veneranda profesora, o la indiscutible voz de la propia experiencia.
Para costureras, sastres y modistas, la máquina de coser (ya sea mecánica o eléctrica, doméstica o industrial) termina convirtiéndose en una prolongación del propio cuerpo: el ritmo de las puntadas, el peso del pedal, la percepción de las más mínimas variaciones en la tensión de los géneros o los hilos, o fallas en los mecanismos, la aguja que se enhebra prácticamente de memoria...